❀ Ni tus peores enemigos
pueden hacerte tanto daño, como tus propios pensamientos.
❀ Hay gente que te crítica no porque le caes mal, sino porque no entienden por qué le has caído tan bien a Dios, ignóralos y sigue adelante.
❀ No te preocupes tanto por las arrugas de tu cara, atiende las de tu alma ¡Esas sí matan!
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